La primavera mexicana
Enrique Peña Nieto nunca hubiera imaginado que la mañana del 11 mayo su campaña daría un brusco giro. Nosotros nunca hubiéramos imaginado que la mañana del 11 mayo el país daría un brusco giro en la lucha de clases.
Aquel viernes, ahora conocido como el viernes negro, Peña Nieto había asistido a las instalaciones de la Universidad Iberoamericana, cargado de toda la arrogancia que lo caracteriza esperaba encontrar un estudiantado acrítico, dócil, amanerado a su campaña política. Pero los cálculos fueron incorrectos. Cientos de estudiantes abuchearon y prácticamente expulsaron a Peña Nieto de las instalaciones de la “Ibero”. Este hecho ahora es un estigma para Peña Nieto y pesa mucho sobre su espalda.
Hegel, el filosofo alemán explicaba que a veces la necesidad se expresa como un accidente; así, el viernes negro se transformo en un catalizador que empujo a la superficie toda la tensión, todo el enfado, toda la rabia acumulada existente hacia el régimen y sus partidos tradicionales (PRI-PAN) por parte de una gran parte del estudiantado del país, la clase media incluidas todas sus tonalidades.
Aunque ya existía un antecedente sobre este proceso: el 9 de enero en la ciudad de Pachuca. 4000 jóvenes se reunirían al llamado que hizo Morenaje para desarrollo de comités en todo el país y así tener una participación más directa en miras a la contienda electoral de 1 de julio.
Tras los acontecimientos del 11 de mayo se han desarrollado actos masivos, como el del 19 (de mayo) que pretendió ser arrebatado por el PAN, sin éxito alguno, el del día 21 en la plaza de las tres culturas, en esta López Obrador, se reuniría con miles de estudiantes en repudio a la manipulación informativa por parte de los medios. En estas manifestaciones varios miles de estudiantes de universidades públicas y privadas han dejado en claro su enérgico repudio a Peña Nieto y tampoco han desaprovechado la oportunidad para expresar su enfado a Vázquez Mota.
Pero no hay que dejar de ver que en esencia, este movimiento es el reflejo del significado de la bancarrota del capitalismo y de la política de recortes brutales que por poco más de tres décadas ha vapuleado ha millones de jóvenes.
Las capas medias de la sociedad han visto un importante deterioro en su calidad de vida, veamos: tan solo en el periodo de 2007 a 2008 el número de integrantes en este sector social se contrajo de 33 millones a 25.7 millones. Miles de familias han sido arruinadas por la crisis, durante los últimos 4 años, se calcula que de cada 100 mil PYMES el 60% está en bancarrota antes de dos años, con la consecuencia de pasar a ser propiedad de los banqueros ante la imposibilidad de seguir pagando las voraces deudas.
Por otra parte la juventud, hija de trabajares, el presente es oscuro y el futuro aterrador. El 50% del desempleo en el país está en jóvenes de 14 a 19 años; de los 38000 migrantes anuales a EUA, 33600 tienen estudios medio superior o licenciaturas.
Las cifras son espantosas.
Tanto la juventud estudiantil como obrera, junto con sus familias estado siendo aplastadas en la miseria para el beneficio capitalista. Esa es la razón del porque el movimiento juvenil está tomando tanta fuerza en el país. Ahora el movimiento estudiantil debe tomar como el objetivo más importante luchar codo a codo con la con la clase trabajadora.
Aunque bien es cierto que el movimiento somos más de 131, pasando a llamarse yosoy132 se ha fijado como meta el impedimento de la llegada de Peña Nieto a la presidencia, así como la abrir al duo-polio Televisa-TVAzteca como medios de información y no de manipulación, también se ha definido como apartidista, pero no apolítica. Las metas que se plantea este movimiento son muy importantes, ya que de logarse significarían un paso importante en la lucha de clases de muestro país, un paso adelante en la lucha de los explotados.
Sin embargo, y hay que ser totalmente objetivos, para que pueda avanzar con mayor firmeza y mayor claridad el movimiento es necesaria una dirección, llevar a cabo ciertas medidas que impidan que todo el vapor termine perdiéndose en el aire ante la ausencia de un camino claro a seguir. Es decir, se debe señalar que la política del Pan y del PRI representan exactamente lo mismo. Ante este panorama es muy peligroso dar algo por sentado, dar algo por hecho, podría ser que en lugar de salir vencedor Peña Nieto, resulte triunfadora la panista Vázquez Mota, lo cual no significaría ningún cambio frente al respecto a la política del PRI y ningún cambio para las millones de familias del país. Por tanto el movimiento tendría que hacer una postura abierta a favor de López Obrador, cosa que ya ha quedada manifestada con el apoyo en la Ibero, en el Tec de Monterrey, etc.
Una de las cuestiones más determinantes para el futuro del movimiento estudiantil es incorporar al movimiento obrero para luchar juntos.
La mejor garantía de que el movimiento estudiantil triunfé, es un programa que lo hermane con la clase trabajadora.
Mayo, 2012
Estado de ánimo: Observativo
Escuchando: …