Milei: las contradicciones del extremismo.

Un esbozo dialéctico de las condiciones sociales, políticas e ideológicas del presidente electo de la Argentina.

 

¿Un anarco-revolucionario?

Javier Milei ha ganado contra algunos pronósticos la presidencia de la Argentina, resulta llamativo el hecho que estamos presenciando un punto de inflexión en la historia, ya que sería primer y el único presidente, al momento de escribir estas líneas, que tiene como modelo de gobierno un libre comercio extremo, justo cuando toda Europa y sobre todo USA están intentando de todas formas proteger su comercio a través del intervencionismo de Estado, ya sea imprimiendo dinero, colocando aranceles a materias primas, sancionando o impidiendo el libre comercio a través de una guerra de divisas.

Sin embargo hay que aclarar un par de puntos, este no es un anarquismo, el de Milei, quiero decir, como los visto en España, dado que no se ha producido de una revolución popular sino de un voto en las urnas, que no fue hacia el anarquismo. Y esta es la primera de las contradicciones, la ideología que tiene un presidente y la de sus votantes.

En este sentido y con estas contradicciones se puede considerar como revolucionario el sistema que propone Milei, ya que por sí mismo se presenta como una singularidad.

Los límites de la ideología

La segunda contradicción queda palpable en las limitaciones que tendrá al querer llevar a cabo las ideas que sostiene, ya que el grado de convicción que muestra en sus ideas se nota claramente alejado de un político común, veremos si la realidad puede sostener este compromiso.

Las condiciones en las que tendrá que gobernar le obligarán a poner límites a su ideología, ya que si quiere llevar su gobierno con total anarquía de mercado tendrá que enfrentarse a los aliados neoliberales, ya que en la Argentina no existen más anarco capitalistas (entendidos como intelectuales que adoptan y llevan a acabo esta doctrina) con los que pueda gobernar.

Milei intenta a través de su discurso dubujar la realidad como el resultado de un orden espontáneo, sin intervención de los poderes Estatales, dejando a los individuos interactuar libremente y que las relaciones sociales y económicas se resuelvan por sí mismas y esto entra en abierto conflicto con los principios neoliberales.

Y este es uno de los puntos centrales ¿llevará a cabo esta ideología o tomará el camino del pragmatismo de Menem, o de otros gobiernos neoliberales?. Milei tendrá que escoger .


Ideología y pragmatismo.

Otra de las dificultades a las que se enfrenta es que los teóricos anarco capitalistas que existen en la Argentina, tampoco lo apoyan ya que desde su perspectiva, Milei se muestra neoliberal, ya que es ahora un político y no alguien puramente de libre mercado.

De esta forma tendrá que resolver si el comercio libre extremo, que propone el anarco capitalismo tiene una base funcional: uno de los principios de esta ideología es que “los precios no se tocan, son sagrados no se intervienen”, de forma que si un pan vale 15 dolares, el precio no se toca; si una botella de leche cuesta 70 dólares, el precio no se toca, si el índice de la pobreza sube, no se interviene, ya que como señalamos antes, este es el “orden natural” por el cual el cual Milei entiende la naturaleza misma. De forma que él está convencido que el mundo se autorregula, al igual que los mercados y por consecuencia los precios también se terminan ajustando a la realidad.

Otra profunda contradicción se expresa en la doctrina de Milei, él constantemente se refiera a la izquierda y el comunismo como enemigos, pero en el fondo, si profundizamos en la teoría anarquista, esta tiene como enemigo al neoliberalismo, es decir sus aliados políticos, veremos hasta dónde puede llevar esta contradicción.

Para poder ganar esta elección ha tenido que recurrir a los políticos, los neoliberales y parte de “la casta” como los llama él, violando los principios de su pensamiento anarquista, de forma que Macri o Biden tendría que presentarse como sus máximo nemesis ya que este tipo de gobiernos regulan la economía, impidiendo los ideales liberales de libertad espontánea. Tomemos como ejemplo la venta de órganos que propone, él cree que todo individuo debería de ser libre y el mercado también, de tal forma que el poder vender un brazo en 250,000 dólares debería de ser legal y en el momento que exista una competencia el precio bajará.


Teoría y realidad

Milei es una persona altamente formada y es profundamente teórico, alejándose y muchas veces tomando con desprecio la realidad.

Pero esta teoría está altamente ideologizada y con una profunda carga emocional, no corresponde a un análisis de la realidad, sino a querer imponer una teoría sobre el mundo.

Milei desea destruir el Estado, pero el ahora es un político, esta fuerte contradicción podría aceptarla e intentar reducir al mínimo al Estado, si miramos bien su discurso la propuesta es destruir las estructuras sociales, como lo son la educación, la recaudación tributaria, etc, esta es la teoría, la realidad es quienes les ha proporcionado legitimidad, recursos económicos, plataformas para su carrera política, relaciones, son políticos, de forma que atentaría contra su poder, claramente lo impedirían.

La dolarización ha sido el eje central de la campaña de Milei. Ha expresado en incontables ocasiones sus intenciones de destruir el Banco Central de la República Argentina y adoptar el dólar, es decir la moneda de otro Banco Central. Por lo que surge la pregunta ¿Hay Bancos Centrales buenos? La respuesta de Milei es que claramente sí, y este es un método neoliberal y no anarquista, que quieren destruir todos los bancos centrales.

El plan motosierra ha sido otra de sus insignias de campaña, y esto nos devuelve al deseo de destrucción de las estructuras. Según la teoría de Miley una vez destruidas estas estructuras el “orden espontáneo” generaría nuevas estructuras libres. De tal forma que si uno elimina la educación pública, las personas se verían en la necesidad de auto organizar sus propias entidades privadas. Dicho esto, la reducción del gasto público surge en una nueva contradicción, su vicepresidenta Victoria Villarruel es una férrea defensora de los cuerpos de seguridad y siendo esto lo que más que gasto público genera, chocando así la teoría de Milei contra el estatismo de una política de un perfil conservador. De forma que si la teoría que el impuesto es un robo quiere mantenerse coherente reduciría el gasto al ejército y cuerpos de seguridad.

El recorte al gasto que tanto ha defendido como propuesta de campaña. Este recorte será para todos o sólo sus enemigos ideológicos? Evidentemente de tomar la segunda opción estaría nuevamente del lado del neoliberalismo. Aquí nuevamente la teoría tiene que enfrentarse a la realidad, si Milei decide por ejemplo recortar o desaparecer la televisión pública perjudica fuertemente a sus aliados, que claramente quieren reforzar su posición, lo cual requeriría más gasto público, pero más gasto público significa traicionar los ideales anarco capitalista. De forma que los comunicadores de La Nación, C5N, El Clarín, etc. se verían afectados por estas medidas, al recortar la publicidad gubernamental o al no contratar periodistas alineados a sus intereses, periodistas que recordemos también gozan de cierto poder. Para llevar a cabo esta idea de “orden natural libre” el recorte tendría que ser neutral, de forma que no tendría que favorecer ni perjudicar a nadie mediante el poder Estatal.

Este panorama refleja las contradicciones que por ahora solo están en la superficie y que se irán agravando según se tengan que gobernar. Las perspectivas que Milei termine abandonado el discurso anarquista y adopte una postura neoliberal son más que palpables. Veremos hasta qué punto el extremismo ideológico de Milei puede aplicarse a la investidura de Presidente.

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