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Cumpleaños

Lo que jamás entenderé de los cumpleaños, y lo que nadie nunca te advierte, es que cuando cumples, doce, por ejemplo también tienes once; y diez, y nueve, y ocho, y siete, y cinco, también cuatro, tres, dos y uno. Y cuando despiertas el día que cumples doce, esperas sentirte diferente, de esa edad, pero no te sientes así. Abre uno los ojos y todo está exactamente igual que ayer, sólo que es hoy es hoy, y no ayer. Y uno no se siente como si tuviese un año más. Todavía se siente uno como el día anterior. Y en realidad tienes más años, por debajo de los años que te tenías hasta ayer.

La fuerza más grande

… Se me acerco con sus escasos 5 años y me pregunto: -¿Cual es la fuerza mas grande del mundo?

objetivos

-Ya no necesito dormir, le dije mientras me observaba con atención. -He descubierto algo que me mantiene despierto, controla mi voluntad ... y  mis deseos. -¿Qué es? preguntó admirada. -¡La codicia!- conteste y me fui sonriendo. Estado de ánimo: Escuchando: Alejandro Filio - Es así

ayer

Lo siguiente es un espacio en blanco, lo que significa que olvidé postear una extensa conversación ficticia el día de ayer. ...también significa que hoy ya no importa. No dejas para mañana las cosas, puede ser tarde. Escuchando:   Chopin - Nocturne In C - Sharp Minor 

Más extrano que la ternura

La luz tenue, casi embotellada de los hoteles, goteando por todas partes. Tu mano húmeda, como volcán acaricia tu piel; te acaricias a ti misma y trituras mis suaves y fríos huesos debajo de ti. Tu mapa de deseo marcando fuego en mi piel. Caen destellos como cabellos del cielo. El desolado fruto del al pasión muere en la luz. Tus manos dormidas viajan sin rumbo, me abrazan tan descuidadamente, tan cerca, tan ti misma, que es más más extraño que la ternura. Escuchando: Alejandro Filio - Más de lo nuestro

Lejos, a lo lejos

A lo lejos, una sinfonia tenue suena y el viento apacible la deposita en mis oidos con el mismo desvelo con el que los pájaros aovan. Música nostálgica, cual se encuentran mi alma. En el filo de la hamaca, peino con mis dedos la tierra y la mirada extendida en el dorso de tus pies. ¿Y tú...? Sentada frente a mi, contando ensimismada los años de Dios. Tan solo quedamos tú y yo. Pero no te angusties, quédate sentada, aquí esperaremos a que se apague esa música triste. Y que nadie lloré, aunque nuestros ojos se ahoguen y las almas inunden la tierra. Escuchando: Silvio Rodríguez - Ando como hormiguita